El legado de Prince

La noticia de la muerte de este notable músico (Minneapolis, Estados Unidos) fue una sorpresa para todos porque apenas tenía 57 años.

Creo que lo interesante de la noticia no está en qué tipo de sobredosis sufrió para dejarnos tan temprano, sino en su legado. Cosas que van más allá de su profunda religiosidad como miembro de los Testigos de Jehová (imaginen la sorpresa de la gente cuando salía a hacer el trabajo puerta a puerta), o que fuera vegano, o su gusto por las más hermosas mujeres de tipo latino, o la generosidad desbordada con amigos y desconocidos por igual, o su estilo amanerado en la escena.

Hay tres puntos por encima de todo que se destacan en su vida: su música como esencia de un concepto claro, la forma original como juntó su forma de vida con negocio,  y su pelea por sus derechos con los dueños de la industria discográfica primero y luego con las nuevas formas de negocio de la web.

Música

Este multi-instrumentista (se dice que tocaba 27), compositor, productor y cantante hizo una receta brillante en la que mezclaba rock, pop, sicodelia, funk, R&B, blues y sin duda la más extraordinaria forma de new wave.

Cantaba usando un falsete distintivo y por ello sorprendía siempre a la gente que conocía cuando hablaba con él por primera vez, porque daba la sensación de tener una voz grave.

Realmente laboraba fuerte en el estudio, como todos los grandes, era un trabajador incansable. Cuando tenía una idea llamaba a sus músicos para que vinieran en el acto a ayudarlo. Cosa que a menudo sucedía a las dos de la madrugada.

Poseía un hermoso sentido de la melodía, sus canciones están bellamente balanceadas desde su estilo, de modo que cada frase es redonda y sin imperfecciones, muchas de sus bases (arreglos de percusión, baterías, bajo y teclados) son tan de su marca que aún sin voz se sabe que le pertenecen.

Sus letras eran bombas debido a muchos textos explícitos (como decían las marquillas de sus discos en esa época), demasiado adelantadas, resistidas por muchos sectores de la sociedad por ser bastante fuertes para los topes aceptados en el momento y evidentes, aunque la verdad supe del verdadero sentido de “Little Red Corvette” muy tarde. Sin duda habría disfrutado más y diferente el tema.

Dejó canciones icónicas como la enunciada “Little Red Corvette” y entre otras: “Purple Rain”, “Let´s Go Crazy”, “When Doves Cry”, “Kiss”, “The Most Beautiful Girl in the World”, “Nothing Compares 2 U” (que hizo famosa Sinéad O´Connor),

Su secreto: Ser perfeccionista y provocador.

Derechos

Gran pelea tuvo con la multinacional Warner-Chappell por sus derechos musicales y lo más sorprendente fue la prohibición de usar su propio nombre en las grabaciones. Su nombre de pila es Prince Rogers Nelson. Imagine que una corporación se adueñe de su nombre y que no pueda usarlo. Absurdo. Peor si vive de su nombre.

Por ello como estrategia lo del artista conocido antes como Prince, o el impronunciable símbolo (fusión de hombre y mujer) y que sirvió para escandalizar una vez más.

Cuando en 103.9 F.M, la emisora donde yo trabajaba, nos trajeron el disco para promocionarlo y ponerlo en la rotación, los de la distribuidora nos explicaron el cambio y para nosotros fue como de risa que nos sugirieran no decir Prince sino ¿qué?, ¿el símbolo? Risas. Nosotros seguimos llamándolo Prince.

Contra YouTube, los sitios web de descarga y especialmente ITunes, tuvo un encontrón grande. Por ello la dificultad de ver u oír sus canciones en internet. Decía que gratis nada, que era el fruto de su trabajo y que peor aún el hecho de que otros se fueran a lucrar con lo que le pertenecía. En varias ocasiones cuando se radicalizó expresó en tono de burla que le disgustaba el hecho de que ni siquiera pudieran pagarle en avance por el uso de sus canciones.

Por ello buscó diferentes estrategias, por ejemplo el periódico británico Daily Mirror sacó su trabajo número veinte como regalo para sus lectores. Una manera creativa de obtener dinero de una industria que debido a la llegada de Steve Jobs y otros, puso a todos los artistas “en la carretera”, porque el dinero fuerte ahora está en los conciertos.

Su secreto: No rendirse jamás si se trata de sus convicciones.

Juntar su vida diaria con sus intereses a mediano plazo en “el negocio”

Más allá de obviedades como su aspecto (pues se cuidaba tanto que aparentaba la mitad de edad que en verdad tenía), o su ostentosa ropa (seda, terciopelo, túnicas, boleros, pedrería, para el día a día), o la manera brusca como cortaba a las personas cuando no hacían las cosas en la forma que a él le gustaba o esperaba,  hay una que lo definió: tener todos sus intereses en un mismo sitio.

Por ello mandó construir Paisley Park. Más que una mansión, una fortaleza. En verdad lo es pues se trata de un edificio industrial blanco que más parece una fábrica. De hecho, es fácil seguir derecho si usted va en su búsqueda. Es una mole, pero una con sala de conciertos para mil personas, disco, museo en cada pasillo con todos sus discos de platino y detalles de su carrera (hasta la moto de la película “Purple Rain” está exhibida allí) y desde luego un cómodo estudio de grabación.

Su secreto: Practicidad

Mauricio Tamayo Tamayo