Mis recuerdos con Bob Marley

El hombre capaz de universalizar un ritmo, un estilo, un género.
(Advierto que este texto es una colección de fragmentos personales casi sin conexión)

Esta relación empezó cuando, para cerrar un cassette de hits grabado en un almacén de discos en los setentas,  (en esa época era la forma de tener un compilado y no comprar los discos) el dueño recomendó algo llamado “Exodus” de Bob Marley and the Wailers. Pronto el único “éxito” que escuchaba con denuedo hasta hacerle perder toda la celulosa a la cinta era la canción de “relleno”.  Así el gran Robert Nesta se metió en mi cabeza.

Una hermosa sorpresa. Demasiado bueno. Increíblemente bueno. Amor a primera vista. Como le sucedió a tanta gente en el 73 cuando el público, en unos conciertos en los que abrían, los escuchaba más a ellos que a la banda que los contrató para “telonear”: Sly and the Family Stone. Y por eso fueron despedidos por estos últimos. Tantas personas no podían estar equivocadas. La gente solo quería escuchar al buen Bob y sus secuaces. Pura envidia la de Sly.

Algo sorprendente es que fue guitarrista de Johnny Nash en Texas, el de “I Can See Clearly Now”, y en este trabajo incluyó cuatro de sus canciones, entre ellas  “Stir it Up”.  Siempre dijo que eso le hizo ver de mejor manera la forma de entender la música hecha en Estados Unidos y la suya.

Pero en fin. Empecé a comprar los discos de Marley and the Wailers. Me enamoré de “Jammin’”  profundamente; y de pronto, una mañana mi primo Hernando nos anunció que Marley se había muerto. Me contaron ese día que las regalías de “No Woman no Cry” se las dio a un amigo, Tata,  que vendía sopa en Trenchtown en St. Andrew, ahí pegado a Kingstown, el  barrio donde nacieron el Rocksteady primero y el Reggae luego. Donde residía Bob. Con ustedes el gran Bob Marley:

Le dio las regalías -a Tata-, de “No Woman No Cry”, para que nunca quebrara. Eso me dijeron el día que Marley murió. Y me puse a llorar. Luego supe que lo hizo con varios amigos para evadir las imposiciones de Cayman Music y todas las obligaciones contractuales, pero eso fue mucho después. Ya había sellado con lágrimas mi amor eterno por esta música positiva con la cual me levanto cada día de mi vida.

Y así Marley se convirtió en mi obsesión.

No sabía casi nada porque no había internet y la información era poca, pero el sonido de Marley estaba en mis días y noches. Se convirtió en una enfermedad profunda, y por ello hube de grabar todos los discos que con su nombre estuvieran en el mercado. Los que publicaron en mi país ya los tenía. Cintas pintadas con los colores de la bandera de Jamaica fueron el reflejo de tal búsqueda. Pero no fue fácil.

Como a Colombia no llegaba nada, tocó apelar a los amigos que viajaban y así aparecieron “Kaya”, “Natty Dread”, “Babylon by Bus”, y los otros (hasta completar los 10 oficiales). Supe de Haile Selassie, el rastafarismo y que Marley decía que Dios era negro porque no había blancos por esa zona en la época en particular. Supe que manejó un BMW a pesar de lo que dijeran (pura Babilonia según sus creencias), porque era el acrónimo de Bob Marley and the Wailers. “Un ídolo mundial haciendo las cosas por las razones que solemos hacerlas en esta parte del mundo”, pensé. Y llevaba mis cintas a cada reunión para iniciar a mis amigos.

El reggae ama al punk y viceversa

Luego Alejo, el guitarrista de mi banda, que por entonces se llamaba Sobredosis, metió en el repertorio “So Lonely”,  una canción de The Police,  y por dentro: “Pimpers Paradise” y “No Woman no Cry” de Marley. Con lo cual pasábamos del acelere a la tranquilidad y luego al acelere y luego a la tranquilidad y así un buen rato. Cosa que le daba ritmo a la fiesta de la gente.  Hace como quince años Sting reconoció que hizo la canción “So Lonely” usando “No Woman no Cry” como base. Así que Alejo no andaba mal encaminado. Y era una fusión medio punky a veces y medio reggae lo que hacíamos. El maridaje perfecto para la “rumba eterna” de cada noche en la tarima.

El punk y el reggae se aman. Entonces me contaron que además las músicas van bien en festivales y demás, desde que Marley los respaldó debido a que los punks lo apoyaron tan fuerte en Inglaterra.  Y además porque aceptaban y defendían a los inmigrantes (una de sus causas).  Por ello Marley hizo “Punk Reggae Party”, para que punks y rastas fueran de la mano desde entonces. Recordé que en “Jammin’” nombra a The Damned, The Jam y The Clash. Todo un círculo cerrado. Recordemos:

Cuando mi banda pasó de llamarse Sobredosis a la KGB, solíamos terminar el toque a las tres de la mañana cantando con el público en la tarima de sitios como “El Café del Jazz”, “Happy Days” o “Music Factory”, el que para nosotros era como un himno. La última canción que cantó Marley antes de morir: “Redemption Song”, canción de la cual Joe Strummer (The Clash) y Johnny Cash (ícono Folk Y Country) hicieron un cover antes de morir con poco tiempo de diferencia.

Recuerdo a Gabriel Delascasas, Cristóbal Errázuriz, Luis Fernando Montoya, Ricardo Galofre, Harol Acosta, Frisa y otra gente feliz a esa hora de la noche. Fue en uno de esos “gigs” cuando me contaron que lo enterraron con su guitarra Gibson, algo de marihuana, una biblia (a pesar de que era rastafari), y un balón de fútbol. Ya les contaré sobre esto último.

Reggae en la radio y en el fútbol

Un domingo por la noche, iniciando los noventas, hice el reemplazo en Todelar Stereo (hoy la X) para el programa “Roots, Rock, Reggae” del gran Willie Vergara, que me hizo pensar de nuevo en Marley. Vino un asistente de la emisora que me contó que “One Love” está  hecha usando la canción de los Impressions “People Get Ready”. Las puse al aire y fue bueno para la audiencia reconocer la historia oyendo las dos canciones.

Con el tiempo, y ya estando en la Radiodifusora (hoy Radiónica), jugábamos fútbol los fines de semana. Desde luego, el equipo tenía además de gente de radio como “El Profe”, Lucho Barrera y Daniel Casas, artistas, gente de tv, cantantes de rock y fauna parecida (Mario Muñoz de Dr. Krápula o Julián Orrego de El Sie7e)

Jugábamos con todo tipo de equipos pero uno de los contrincantes más asiduos fue el de la banda colombiana de reggae Alerta Kamarada.  Eran unos partidos arduos, ríspidos y a veces toscos. Parecidos al que en por un machucón en una uña, mal manejado, jugando fútbol, inició el cáncer que mató a Marley. No le prestó atención. Londres en el 77.  Marley amaba el fútbol profundamente.

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Bob y Chico Buarque

En el 78, se volvió fan de la selección de Argentina que ganó el mundial y siguió a Ardiles con pasión. Incluso su manager le grababa los partidos del Tottenham donde militaba el jugador. Una pasión de la cual hay videos y fotos famosas. Como la del partido del sello musical Areola en Brasil, en donde sale con Toquino y Chico Buarque

Años después, cuando hicimos el programa de TV la Sub 30 vimos que Javier, el cantante de Alerta, estaba cada día más parecido a Bob Marley.  Increíble.  Muy inspirado en él sin duda. Ya la gente había votado en la BBC a Marley como el tercer mejor letrista de todos los tiempos, superado solamente por Dylan y Lennon.  Un par de frases de muestra:

“Don’t gain the world and lose your soul; Wisdom is better than silver or gold”

“I don’t stand for the black man’s side, I don’t stand for the White man’s side. I stand for God’s side”

Hacia el final

Por supuesto completé toda la colección posible del personaje, con libros, videos y tantos cds “nuevos” y piratas que me sorprendo todavía. Leí todo sobre su atentado, el concierto a los dos días de que fuera herido, su particular manera de vivir solamente con una esposa pero acostarse con todas las que pudo. Incluso llamaba a su mujer para que las sacara de la cama. De hecho ella, Rita Marley, cuenta en su libro “No Woman No Cry”, que luego de un tiempo Bob la trataba como a una amiga y llevaba a sus novias de la mano en frente de ella sin problema (Babilonia en su matrimonio). Pero sobre todo, de su relación con sus amigos y el mundo. Una de esas cosas curiosas, como que la mayoría del tiempo sus fans fueron blancos. Y eso se notaba en sus conciertos por fuera de Jamaica. Hubo gente que le reclamó eso. (En realidad Inglaterra fue el primer lugar en donde lo adoraron).

Al final hizo un concierto muy famoso en el Madison Square Garden de NY con los Commodores y cerró esa brecha. Un amigo recién graduado de piloto me contó que asistió y que desde ese día dejó de fumar porque fue suficiente humo de por vida. Eso me hizo reir un buen rato.

Con el tiempo la obsesión se suavizó mucho pero siempre he estado atento a las noticias relacionadas con él. No hace mucho vi en el “Ronnie Wood Show”, del guitarrista de los Stones,  narrándole a Toots Hibbert (el líder de los Maytals) cómo conoció a Marley.  Bob y los Wailers iban a tocar en Oakland y les robaron una guitarra. Wood vivía en San Francisco y se ofreció a traerle una desde casa.  Así que hizo el viaje para ayudar y de paso conocer al gran Nesta. Vean el chisme en este video:

Outro

Un día en Estados Unidos me encontré una joya. No sabía nada de esta nueva banda. Al parecer fui el último del planeta en enterarme. Por supuesto muchos de sus hijos hacen música. La historia sigue con ellos. Para acortar lo que pasó diré: Un montón de hijos músicos pero me encanta Damian Marley en su versión de la banda SuperHeavy al lado de Mick Jagger, Joss Stone, Dave Stewart y A.R. Rahman.  Me encantó.  Vale la pena tenerla.

Pasan los años y la figura de Marley se hace más grande, más reflexiva, más rica de escuchar y seguir, mientras nosotros no debemos olvidar su mensaje:

“The good times of today, Are the sad thoughts of tomorrow”

De cierre, la favorita de estos días: “Bad Card”. El video está cortado al inicio pero eso la hace aún más valiosa.  Casi no hay material audiovisual.  No al nivel de lo que los fans quisiéramos.  Busquen el sonido original, siempre los pondrá en un buen “mood”.  Por ahora disfrútenla:

Mauricio Tamayo Tamayo
Twitter:   @mautulin