Luego de la celebración de los 20 años del festival Mtres.co hace un análisis de lo sucedido durante el fin de semana.
Exitoso. Es la palabra con la que se puede resumir esta nueva edición del festival al aire libre más importante de América Latina.
Y fue un éxito desde la programación, la selección musical y el público. Todo funcionó muy bien salvo algunos detalles que mencionaré más adelante, aclarando que se trata de críticas constructivas pues como todos, quiero 20 años más de este maravilloso evento de integración ciudadana.
Lo bueno
- La selección de grupos nacionales y extranjeros; sin duda se contó con lo mejor del talento nacional reunido este fin de semana, hablando de “tú a tú” con las bandas experimentadas que vinieron de otras partes del mundo.
- La programación de los tres días que sin duda le dio protagonismo al rock en todas sus experiencias. ¿Desde cuándo está bien que cierre Manu Chao o Fito Páez y no un grupo de metal con 30 años de trayectoria? El cartel estuvo más que variado y en todos los escenarios se vio un gran nivel.
- La asistencia fue sin duda gran protagonista, desde hace mucho no se veía que los tres días superaran los 100 mil visitantes. ¡Exitazo!
- El público se comportó a la altura y respetó tanto a las propuestas locales como a las extranjeras sin importar las diferencias culturales.
- Contar con leyendas que ayudaron a construir la reputación de ese festival, como lo son Aterciopelados, Catedral, La Pestilencia, Neurosis, Superlitio y La Derecha.
- Reunir en un solo festival nombres legendarios del metal como Max Cavalera, Andreas Kisser, Scott Ian, Tony Campos y Steve Souza.
- Reunir en el mismo festival a importantes miembros de agrupaciones hoy disueltas o enemistadas, como el caso de Andrés Gimenez (De La Tierra) y Marcelo Corvalán (Carajo), quienes juntos hicieron sus mejores shows en Rock Al Parque con A.N.I.M.A.L; a Max Cavalera (Soulfly) y Andreas Kisser (De La Tierra), integrantes originales de la gran Sepultura.
- El homenaje de El Sie7e al gran colega y amigo Donny Rubiano, quien falleció en diciembre del año pasado y dejó un vació enorme en la escena rock nacional.
Lo “malo”
- Como todo evento siempre existirán grandes oportunidades de mejora; sin duda un punto a trabajar para el festival 2015 es el sonido. No fueron pocas las bandas que tuvieron inconvenientes al inicio y durante sus presentaciones con el tema del sonido, amplificación y retornos.
- Los precios de las comidas subieron considerablemente con respecto al festival del año pasado. Un vaso de gaseosa a 2.000 pesos (USD 1,2), o un choripán de 12.000 pesos (USD 6,4), no son nada baratos. Por favor no permitan que los “avispados” de las comidas hagan literalmente su agosto con este festival.
- Sin duda hay que crear un foso para fotógrafos. No entiendo como en Rock Al Parque aun no lo hacen; en los festivales internacionales siempre se ubica una zona para el reporterismo gráfico en donde se les da permiso a los fotógrafos de hacer las imágenes los primeros tres temas de cada performance. Sacar fotos fue una odisea ya que es muy difícil competir con los celulares y tabletas levantadas, y los pogos en la zona VIP.
Como cierre puedo decir que un fue un festival perfecto y ahora sueño con ver a Dimmu Borgir, Slipknot, Korn, Mastodon, Stone Sour e incluso a Slayer en los próximos festivales.
¡Qué así sea!
Julián López Cortés