Hablar de una rapper que domina del pop podría ser algo impensado, pero es esto lo que la originaria de Detroit ha logrado en el último año.
Lizzo llegó a la última gala de los premios Grammy con 10 nominaciones, logrando tres de estas, ha sido sin lugar a dudas algo que nos debe llamar la atención a todos.
Con toda la influencia de géneros importantes en sus venas, Lizzo fue creando su propio estilo y, sin lugar a dudas su proceso de aceptación y duelo por la muerte de su padre Judó jugaron un papel importante en su vida; pensando que todo era el final, se mudó a Minneapolis donde terminó su formación y encontró una de sus grandes influencias musicales.
Su historia es un verdadero sueño -casi como un libro-, donde su amor por la música la llevó a otro nivel. Sin embargo, problemas familiares y personales por poco hacen que deje la música. Pero trasladarse de ciudad y comenzar desde cero fue donde Lizzo empezó a construir su carrera; tal vez fue la mejor decisión que pudo tomar Melissa Viviane, llegar a un sitio donde se respira música de principio a fin y, nada más y nada menos, que el lugar del Minneapolis Sound, la cuna de Prince, del R&B y el funk.
Es increíble ver a una rapper que ahora domine el Pop. ¿Cómo podemos determinar esto?, es muy fácil, en la última entrega de los Grammy obtuvo premios por mejor performance solista con “Truth Hurts”, mejor álbum urbano contemporáneo por “Cuz’ I Love You” y mejor performance de R&B con “Jerome”.
Una estrella posicionada que tiene un gran performance lleno de energía, grandes canciones y además de su talento para tocar la flauta; pero sin lugar a dudas con el twerk siempre presente. Es demasiado aterrador ver una persona tan arrolladora donde la confianza y el amor propio son sus principales instrumentos de batalla.
Diego Alejandro Pardo