Las razones que he escuchado a quienes aman esta banda, para hacerlo, son ya casi un cliché: “aprendí guitarra con alguna de sus canciones”, “era la música del papá o del abuelo”, “aparecieron en el horizonte porque eran la antítesis de los Stones”, “una de sus canciones estaba en una película”, “porque hubo un especial en la radio”, o que simplemente era inevitable porque “sus canciones suenan a toda hora en todos lados”.
Pero siempre, lo más interesante, son las razones por las cuales se siguen escuchando sus canciones. Por su música y sus anécdotas.
Recuerdo mucho que un amigo bajista me dijo que sus canciones le gustaron desde siempre, pero lo que lo marcó fue saber que un día en plena era sicodélica, alguien timbró a la puerta de Paul McCartney diciendo que era Jesús y que este, por si acaso como dijo después, lo hizo seguir para charlar con él un rato en la sala.
Un vendedor de acetatos (discos de vinilo) de la Calle 19 en Bogotá, me contó una anécdota que a él le causaba risa y admiración. La cosa es que un día estaban grabando “Help” y les pidieron a Lennon y McCartney que corrieran hasta salir de cuadro y cerrar la toma. Ellos lo hicieron hasta desaparecer en verdad. Corrieron lejos de la locación sin importarles que el director dijera “corte” un montón de veces. Allí, apartados de todo, se dedicaron un buen rato a fumar marihuana mientras todo el equipo los esperaba para seguir grabando. Desde luego volvieron bastante risueños por la travesura.
Hay motivos musicales pero también de otro tipo. Estas son mis razones y mis cinco canciones para querer escucharlos en lo que me queda de vida:
5. Helter Skelter
Cuando supe que entre todo lo que aprovecharon para vender (agua donde se bañaron, una montaña de mechones de pelo, miles de trozos de sabanas), habían recogido algo de dinero con unas latas llenas de aliento Beatle. ¡Increible! Siempre me pareció una demostración de candidez por parte del ser humano.
4. “Something”
El hecho de saber que sus canciones grabadas entre 1962 y 1970 solamente suman diez horas y media, en verdad es poco para tanta felicidad. Siempre tuve la impresión de que era más tiempo el “Beatle” producido. Y es que son diez horas llenas de himnos inmortales. Cuántos artistas darían todo por tres minutos de calidad.
3. Blackbird
El hecho de que una de sus primeras oportunidades fue ser la banda sonora para que muchos marinos borrachos vieran cómo una striper llamada Janice se quitara la ropa al ritmo de su música. Ese es un trabajo sorprendente. Al nivel de la sorpresa que me llevé cuando supe que Lennon aparecía en la caratula de Yellow Submarine haciendo el símbolo de cuernos con los dedos y que hoy es emblema del rock en todo el planeta. Al nivel de sus historias como activistas de derechos humanos. Uno de sus lados más bellos, a propósito de este tema.
2. Twist & Shout
Cuando escuche la versión original de Twist and Shout de Russel y Mendel en la grabación de los Top Notes, quedé frío. Para mí esta siempre fue una canción potente y saber sobre su pasado me llenó de entusiasmo por los Beatles. Me pareció que Lennon era el salvador del tema. Además de ser la razón por la cual unos vecinos iracundos llamaron a la policía el día que estrené mi primera guitarra eléctrica. Era suficiente con que nos hubieran invitado a bajarle el volumen. Desde luego no lo hacíamos al estilo de los Top Notes.
Versión Top Notes
Versión de Los Beatles
1. Strawberry Fields Forever
Leyendo a Bob Geldof hace unos años, me enteré a qué olían los conciertos de los Beatles: según el autor de “I don’ t Like Mondays”, a orina. Todavía me parece extraterrestre este comentario. El afirmó que las jóvenes estaban tan entusiasmadas que vaciaban sus vejigas de la emoción y que había charcos por todos lados. Esto realmente se sale de toda previsión. Además de ser los primeros en hacer un concierto multitudinario en un estadio, hacer videoclips para no tener que viajar a hacer promoción o ser los únicos en la historia en tener los cinco primeros lugares del listado de popularidad al mismo tiempo, su presencia y música parece que tenían un efecto diurético importante en el sexo femenino de la época.
Bonus track
Tómense tres minutos cincuenta y nueve segundos para medirle el pulso a la banda que enamoró a tantos millones. Ellos son algunos de los compositores y músicos que están en el disco de oro que viaja afuera del Sistema Solar con los sonidos que identifican a la raza humana ante quien los encuentre en el Voyager.
La razón última para amarlos es este video:
Mauricio Tamayo