Esta agrupación retoma el sonido de las bandas de música típicas de la región de Sinaloa (México). Nacida como una agrupación de música en vivo, lanzarán su primer disco en septiembre. Mtres habló con uno de sus cofundadores.
Sinaloa es una región de México de la que se habla mucho últimamente, debido a un famoso cartel del narcotráfico que lleva su nombre. Para un colombiano acomplejado, sería fácil pensar que esa región (y México de paso) cuenta también con la mala fortuna de cargar con un estigma desagradable. Sin embargo, como en la vida, hay sorpresas bonitas; la música suele ser un buen recurso para descubrirlas.
Así como en Colombia tenemos bandas “papayeras” en cada pueblo (disculparán la hipérbole), en México, y en especial en Sinaloa, hay bandas con instrumentos de viento para cada fiesta popular. Dicen que la tradición viene desde finales del siglo XIX, pero fue hacia la década del 60 del siglo pasado cuando traspasaron las fronteras gracias a la Banda el Recodo, la primera en tener reconocimiento en los Estados Unidos.
Varias décadas después, el sonido de las bandas de Sinaloa fue la inspiración para un nuevo proyecto conformado por dos músicos vinculados a la escena de Brooklyn. Oscar Noriega, hijo de mexicanos, hizo carrera como clarinetista y saxofonista en el circuito del jazz. Por su parte, el trombinista Jacob Garchik participó en proyectos de jazz y música clásica. El referente más cercano que tenemos de su trabajo es el conjunto de cuerdas Kronos Quartet, para el cual Jacob ha hecho unos cuantos arreglos.
Hace un par de días, Jacob tuvo la amabilidad de responderme unas cuantas preguntas sobre la Banda de los Muertos, el proyecto que hace sonar la música de las bandas sinaloenses en Brooklyn y que está a punto de presentar su primer trabajo discográfico a través de Barbès Records (Chicha Libre, Chico Trujillo, Very Be Careful…).
La historia de la Banda de los Muertos
Oscar y Jacob ya habían hecho música juntos; ambos hicieron parte en algún momento de Slavic Soul Party! (una agrupación de música de los Balcanes). Para Oscar, la música de Sinaloa fue un asunto de nostalgia por ser parte de la herencia de sus padres. Jacob, en cambio, escuchó por primera vez esos sonidos mientras se comía un taco, y luego se compró unos cuantos discos y videos para investigar. Para fortuna de Jacob, en Nueva York pasan cosas como esas.
“Nueva York es aún un lugar muy diverso en donde casi cualquier estilo de música se interpreta todo el tiempo”; piensa Jacob. “Hay, de hecho, música de todo el mundo, sin mencionar la comida, el arte o la danza. El subterráneo ayuda mucho a salir con calma para escuchar música en vecindarios lejanos, tomar unos tragos y regresar a casa a salvo. Hay grupos de inmigrantes de todo el mundo, y personas que se han congregado aquí para hacer arte al más alto nivel y rodearse de individuos que piensan de manera similar”.
Tras averiguar un poco, Oscar y Jacob descubrieron que no había bandas sinaloenses en su barrio. Fue entonces que decidieron llamar a unos amigos del mundo del jazz y crear una agrupación propia. En el repertorio, incluyeron sus arreglos de temas tradicionales de Sinaloa. Si escuchan con calma los videos de sus presentaciones en YouTube, descubrirán que también se les colaron por ahí un porro y una cumbia de Colombia.
“Amamos las cumbias”, dice Jacob, “tanto las de sabor colombiano como las de variedad mexicana. Una de las cosas que amamos de la música mexicana es que es un crisol, similar al jazz. En la música de banda mexicana puedes encontrar huellas de los valses vieneses, las marchas militares estadounidenses, los mambos cubanos, las cumbias colombianas, las polkas alemanas, los ritmos indígenas mexicanos como los huapangos e incluso el rock and roll.”
Suena muy a Brooklyn, aunque también podríamos hablar de la influencia de la música mexicana y afrocubana en la música estadounidense: “Louie Louie…” Pero mejor dejarlo para otra charla. “Las bandas ponen su toque distintivo a todo”, continúa Jacob. “Las cumbias son una buena manera de lograr que la gente se pare de sus sillas y vaya a la pista de baile”.
Su primera presentación, el día de nacimiento de la banda, no pudo ocurrir en un mejor momento: “La banda se formó para un concierto en El Día de los Muertos”, recuerda Jacob sobre ese bautizo. “Fue muy divertido, y decidimos continuar con la banda. Conservamos el nombre porque parecía que nadie más lo estaba usando, y también se ajustaba a nuestro oscuro sentido del humor. También nos gusta tocar música asociada con El Día de los Muertos, como La Llorona”.
De la música en vivo al disco
Tras varias presentaciones, la voz se empezó a regar entre los inmigrantes mexicanos y los músicos de jazz. Tal vez el éxito de sus presentaciones fue lo que los llevó a pensar en grabar un disco, el cual verá la luz en septiembre con un concierto de lanzamiento (no podría ser de otra manera). El álbum homónimo incluirá arreglos originales de música tradicional mexicana, música de banda, de la frontera con Estados Unidos y una cumbia compuesta por Oscar y Jacob; la Cumbia de Jacobo.
¿Pero qué tan difícil es pasar de hacer arreglos para Kronos Quartet a componer una cumbia que lleva su nombre? “Me gusta hacer gran variedad de música”, responde Jacob. “Si hiciera una sola cosa me aburriría un poco. Al escribir y hacer arreglos para Kronos o para la Banda hay algunos elementos a tener en cuenta que son diferentes, pero mucho de lo básico es igual: el balance de las voces, contar una historia, darle partes interesantes a los intérpretes a quienes debes conocer bien, y tratar de hacer algo que todo el mundo disfrute al tocar. Mucha de la música mexicana tiene una fuerte influencia clásica de todos modos, especialmente el repertorio viejo. Hay muchas bases en común”.
El otro reto, además de escribir, es tocar con el feeling adecuado; pero eso no debería ser un problema para un músico de jazz… “Siempre es un reto”, reconoce Jacob. “Tratamos y nos metemos en la música, escuchando tanto como podemos, no solo en la música de banda sino en todos los tipos de música mexicana y también en otros estilos como la cumbia o el mambo. Fuimos a conciertos de bandas y hablamos con los músicos de la Banda el Recodo sobre cómo tocan su música”.
“En todo caso, somos una banda de estadounidenses, y siempre vamos a tocar con nuestro estilo propio. En vez de tratar y sonar exactamente como una banda mexicana, tratamos y sonamos lo mejor que podemos con nuestro propio swing, esperando que la gente se ponga a bailar”, dice Jacob.
El lanzamiento
El disco de la Banda de los Muertos se presentará el 18 de septiembre de 2015 en Pioneer Works, un centro de experimentación y creación artística ubicado (por supuesto) en Brooklyn. Los acompañará el Mariachi Flor de Toloache, integrado solo por mujeres y en donde hay cuota colombiana.
Días antes, la Banda de los Muertos recibió un reconocimiento como la Banda Original del Año en los Mexican Music Awards; fue la primera vez que Jacob recibió un trofeo de las manos de una presentadora. Después del lanzamiento, la Banda de los Muertos seguirá tocando. La meta: presentarse en México.
“¡Girar en México sería un sueño hecho realidad! Ojalá pase pronto”, afirma Jacob con emoción. “La banda es grande y hacer un tour puede ser costoso. Sin embargo, todos amamos a México. De hecho, si no nos vamos de gira… ¡Vamos a terminar allá de vacaciones!”
Juan Alejandro Lopera
@cubara
