Es muy difícil hacer un listado sin que los demás opinen que algunos no deberían estar en él o que otros ilustres guitarristas no entraron. Este es un ejercicio personal en el que no hay enumeración.
Son diez solos hermosos (con aproximaciones diferentes) que vale la pena escuchar muchas veces. Haciendo un borrador puse un mismo artista varias veces porque alguien como Hendrix simplemente podría tener varias posiciones pero decidí dejar uno por artista.
¿Hacer un top de solos de guitarra? Siempre alguien hace este tipo de preguntas cuando uno termina de grabar para televisión o en video un toque, salimos de un concierto, estamos con los amigos de la revista probando nuevas formas de cocinar alitas picantes o al salir de clase, clásico, algunos alumnos entusiastas llevan el tema por acá. No importa la situación siempre sale la pregunta.
Bueno, hoy les propongo estos diez a ver qué opinan. Insisto: No están en orden categórico.
Antes de lanzar esta propuesta y ver los videos de las canciones completas sé que dejé por fuera a más de cien nombres perfectos como Steve Vai, Joe Satriani, Jonny Greenwood, Slash, Brian May, Santana, Frank Zappa, Steve Howe, Mark Knopfler, o Chuck Berry. No más con estos podría armar otro top ten, pero ustedes sabrán perdonar mi subjetividad el día de hoy. Empecemos con:
Jimmy Hendrix con “All Along the Watchtower”
Del trabajo “Electric Ladyland” de 1968 cuando era Jimmy Hendrix Experience. Originalmente es una canción de Bob Dylan del año 1967 que aparece en casi todos sus grandes éxitos. Bandas como U2, Grateful Dead, Steve Hackett Band, Neil Young, Dave Matthews band, entre otros, han hecho versiones pero ninguna como la de Hendrix.
Alguien que trabajaba para Albert Grossman, manager de Dylan, le dio las cintas a Hendrix y este empezó a trabajar en la canción en su estudio de grabación en Londres. Dice la leyenda que su bajista Noel Redding no estaba contento con el resultado y se fue, pero justo en el estudio andaba Dave Mason (quien trabajó con Traffic, Eric Clapton, George Harrison, Fleetwood Mac, etc) y acompañó a Hendrix en su empeño. Mitch Mitchell hizo la batería pero lo más sorprendente fue que la percusión la hizo el músico genio de los Rolling Stones Brian Jones, que andaba justo por allí .
Luego de que Hendrix se fuera para Nueva York, al escuchar la grabación original empezó a tratar de arreglar trozos de manera que en medio de su desesperación pasó de ser una canción hecha en una máquina grabadora de cuatro canales a una de 16. Parece simple pero en verdad no lo es y menos en esa época. Este es el famoso solo:
Dimebag Darrell con “Floods”
Del trabajo “The Great Southern Trendkill” de 1996 de la banda Pantera. Es una sorprendente balada, de hecho la canción más larga del disco en la que Darrell pudo finalmente convertir en tema una vieja idea de la década anterior. Muchos años estuvo madurando en su cabeza.
El truco del solo está en dos cosas: el haber pasado de riff a solo, cosa que funciona muy bien dentro de la canción y a que se escucha el bajo como soporte detrás del punteo haciendo un trabajo bastante grueso pues fue tocado con los dedos. Pero escuchen con atención y oirán cómo en muchos momentos una cosa es la sombra de la otra por la emulación. Esa simbiosis es lo que hace tan particular este reconocido solo.
Acá va:
Eric Clapton con “Crossroads”
Del trabajo “Wheels of Fire” de la banda Cream. Se trata de un blues original de Robert Johnson grabado en 1936. Es una canción mítica porque se supone que hace parte de la historia en la cual Johnson le vende su alma al diablo para poder tocar y componer a un nivel superior. Las versiones de Elmore James son estupendas y recomendables.
Antes de que Cream grabara en 1966 el tema, ya Clapton venía desde hace rato estudiándola e incluso hizo parte de un demo en el que cantaba el grandioso Steve Winwood. No era un tema nuevo para él. La conocía muy bien. Junto al baterista Ginger Baker y al bajista Jack bruce, finalmente Clapton pudo exponer una idea que por momentos suena un poco en el estilo a lo que hizo cuando tocó para John Mayall, pero más hecho, más duro, definitivamente se convirtió en una canción rock.
El no tocar estilo slide a lo Johnson y pasar el peso a un par de cuerdas más el cambio de la progresión son la clave para tener este himno potente en dos géneros hermanos pero diferentes. Con los cambios se volvió una canción para ser tocada en vivo. Es cuando se siente su mejor espíritu me parece a mí.
Disfruten:
Ritchie Blackmore con “Highway Star”
Del trabajo “Machine Head” de 1972 de la banda Deep Purple. Nació en medio de una entrevista cuando Blackmore empezó a hacer un riff en sol con su guitarra acústica y el cantante Ian Gillan hizo una demostración de improvisación sobre ello (Por eso la letra varía tanto en vivo).
Esa misma noche empezaron a completar la idea porque se dieron cuenta que tenía todo para convertirse en una canción para abrir conciertos debido a su fuerza. Con el tiempo se convirtió en el tema de cerrar el concierto.
Por su potencia, tantas bandas tienen versiones de ella: Faith no More, Dream Theater, Metal Church, entre otras.
Desde luego uno reconoce que muchas partes están inspiradas en música clásica. El solo es muy Bach. Es tan evidente que ese es su secreto. El teclado de John Lord es definitivamente Bach. De hecho, dice Blackmore, que él lo planeó así, con esos arpegios rígidos que suenan con claridad a una progresión del músico clásico. Al principio deseaba tocar sobre el teclado pero no pudo hacerlo debido a que él basa su viaje en cuatro notas y Lord en 16. Por eso cada uno tiene su espacio. En confesión hecha en varios documentales y entrevistas ha dicho que quiso además tener un tema que diera la sensación de ir manejando un carro a mucha velocidad. Y con el tiempo, y el licor, lograron hacerlo cada vez más y más rápido. Manejar con este tema en la radio en verdad genera algo de adrenalina. Blackmore hizo un hermoso trabajo, inmortal, después del tercer verso
Jimmy Page con “Stairway to Heaven”
Del trabajo “Led Zeppelin IV”de 1971 de la banda Led Zeppelin. Es una de las canciones más bellas de la historia del rock sin duda. Tiene una hermosa estructura y la idea de su intención musical, cuando se piensa un poco, juega con la idea del nombre de la misma. De las múltiples versiones siempre me impresionó la de Frank Zappa en su trabajo de 1991 “The Best Band You Never Heard in Your Life” cerrando el disco dos. (Por favor no la escuche sin antes saber algo de Zappa o no entenderá lo que para mí fue Led ZAPPAlin)
Jimmy Page hizo en su guitarra acústica las diferentes partes y pronto fue entendiendo cómo debía conectarlas. Decidió variar la suavidad del arpegio por el cambio recio y apoyar la idea en un crescendo para terminar. En todo lado han contado que al principio los otros músicos quedaron enamorados pero se demoraron un tiempo extra en coger la idea. La letra salió de una.
Page ha sido consistente en contar que el punteo que quedó simplemente salió espontáneo y que las ideas que llevaba quedaron a un lado y sirvieron como lanzadera solamente. De hecho en la cinta máster quedó constancia de que se grabaron tres punteos, todos diferentes, pero quedó el que conocemos. La demostración de que en verdad Page apostó a la inspiración en este caso.
Disfruten la versión del Madison Square Garden de Nueva York:
En la segunda entrega esperen la aparición de Eddie Van Halen y David Gilmour para completar los Diez Deliciosos Solos de Guitarra.
Mauricio Tamayo Tamayo