En memoria de Keith Emerson (1944-2016)

Murió Keith Emerson el 11 de marzo de 2016, un día después de que los Rolling Stones brindaran en Bogotá un inolvidable concierto. 

Por Jacobo Celnik

El 16 será tristemente recordado como uno de los años que arrasó con el viejo rock, con parte importante de una generación irrepetible. Músicos, productores y mánagers como David Bowie, Glenn Frey (Eagles), George Martin, Paul Kantner (Jefferson Airplane), Maurice White (Earth Wind and Fire), Giorgio Gomelsky, son algunos de los que nos han dejado. Inclemente 2016, vete ya. Dicen que se debe a su carácter bisiesto. Me niego a creer que es el final de una era, pero así es. Cuando leí la noticia de la muerte del mago de los teclados, aún estaba embriagado de felicidad Stone. Volvía una y otra vez en las imágenes que me quedaron del concierto. El solo de Ronnie Wood en “Midnight Rambler”; Jagger y su envidiable estado físico, un maestro del orden y el manejo del público; la grandeza de Keith quien intenta huir del paso del tiempo, aunque éste se ensaña con él; la elegancia de Charlie Watts que hasta tuvo tiempo para saludar a los bogotanos. Majestuosidad Stone en todo el sentido de la palabra. De repente se cuela via Facebook una noticia que parece sacada de un mal sueño. Keith Emerson Found Dead, decía el fanpage de Planet Rock.  ¿Otro? Pregunta alguien al otro lado del Atlántico.  Es curioso sentir estas pérdidas como si se tratara de alguien cercano, de un gran amigo.

Brain salad AltaEl nombre de Keith Emerson suena en mi memoria desde que tenía 16 años. Un día alguien me habló de Pink Floyd, de Genesis, de ELP, de King Crimson y de Yes y no quise saber de otra música. Fueron sonidos que me acompañaron por casi diez años. El maravilloso mundo del rock progresivo. Amé con intensidad la música de Emerson, Lake & Palmer desde el momento que escuché “Take a Pebble”. Me metí en sus discos sin parar durante años. Trilogy, Works I y II, Brain Salad Surgery, Tarkus, Pictures At An Exhibition, todos sin parar. En mis días de radio junto a Mauricio Tamayo, pasé una y otra vez temas de una de las bandas de mis amores. Tuve que soportar cargadas (término argentino para quien se la monta a alguien) de mis amigos, entre ellos Mauricio quien me instaba a dejar “el teclado y la pandereta” y conocer otros sonidos. Así que un día me cansé y emigré a otros géneros. Pero ahí están en la memoria las notas de “Fanfare for the Common Man”, el inicio bizarro y casi de ciencia ficción de “Tarkus”, la intensidad de “Karn Evil”, la melosería de “Honky Train Blues” y “Tiger In The Spotlight” y el memorable solo “America / Rondo A La Turk” en el Albert Hall en el 97, justo al final de ese concierto.

Recordé entonces que en mi vida he hecho muchas entrevistas, pero nunca a los tres miembros de una misma banda. Eso me pasó con ELP. Primero fue Emerson en el 2005 para La Fm y en 2010 con motivo de la reunión de los 40 años, entrevista que luego vio la luz en Rockestra, mi primero libro. Luego en 2007 tuve el gusto de hablar con Carl Palmer, entrevista que permanece inédita. En 2013 entrevisté a Greg Lake, texto que se puede leer en el libro Satisfaction. Así que el 11 de marzo se fue uno de los nuestros. Un amigo con el que compartí horas y horas de gratos momentos.  Nos queda su legado a través del corto pero prolífico catálogo de ELP. No podría indicar un disco preferido, hasta Love Beach que recibió muchas críticas, me encanta. Oigan “Canario (From Fantasía para un Gentilhombre)”, hermosa hasta lo más profundo de su melodía.  Si uno ama una banda, ama hasta sus momentos más complicados o más criticados. Ese disco en particular apareció en un  momento en el cual el progresivo estaba muerto o por lo menos la prensa intentaba matarlo, es decir en el 78. Y ELP no es que haya contribuido a que la cosa mejorara. Es un disco que tiene algo interesante que la prensa en su momento no notó, pero fue pionero en darle un sentido pop a canciones creadas con cierto grado de complejidad desde la perspectiva de  los teclados como instrumento líder. “Taste of my Love”, “The Gambler” y “Love Beach”, son claro ejemplo de ello.  Las tres son canciones melosas, pop, que en otro momento hubiesen sido éxito.

MI0000916484A finales de los 70 todas las catedrales del género intentaron adaptarse a los cambios de una era. El punk conquistó masas de la mano de John Lyndon de los Sex Pistols que se burlaba de Pink Floyd, la única banda progresiva que sobrevivió dignamente a la aplanadora del Punk. Genesis lo intentó, pero cayó en las garras del pop a inicios de los años 80. Yes fue un poco más conservadora en ese tránsito, pero finalmente sucumbió tras el lanzamiento de Drama, un disco que coqueteó con el pop de 10 minutos. Ese álbum le abrió las puertas a varios de sus integrantes para dar paso a una nueva alineación que conquistó el mundo con el insuperable 90125. Así que el panorama para los ELP no era el mejor. A finales del 79 Palmer se fue de la banda para darle vida a Asia, junto a otras leyendas que desertaron del prog como John Wetton de King Crimson y Steve Howe de Yes.  El prog se popularizó y conquistó nuevos públicos gracias a Asia, a Genesis y a Yes, los reyes del pop progresivo. Emerson se mantuvo fiel a un estilo y decidió mantenerse activo como compositor, así que le dio vida a algunas piezas en solitario y música para bandas sonoras como la del film Nighthawks (1981) y Best Revenge (1986). En su catálogo se encuentran cuatro álbumes oficiales que datan de esos años entre ellos Inferno y Honky (81 y 85, respectivamente), trabajos muy complicados de conseguir en CD o vinilo. Si usted busca la antología Hammer Out. The Anthology, lanzada en 2005 por el sello Sanctuary, allí se incluyen varios temas de los álbumes mencionados, además de un par de rarezas de 1964 cuando Emerson se dio a conocer en el mundo de los músicos de sesión en Londres.  Sanctuary también fue clave en reeditar los primeros trabajos de la banda The Nice, donde Emerson se dio a conocer desde 1967 en el mundo del rock gracias a obras memorables como The Thoughts of Emerlist Davjack y Ars Longa Vita Brevis.

MI0002477574 - copiaA mediados de los 80 se dio la opción de volver con Greg Lake, pero sin Palmer. A ambos se les sumó el ex Rainbow y Whitesnake Cozy Powell para crear Emerson, Lake & Powell. Oigan “The Score” y “Touch And Go”, hermosas.  En el 92 ELP se reunió nuevamente para grabar Black Moon,  un disco más bien discreto, pero que sirvió para aceitar la máquina y contemplar una nueva gira. Asia ya no contaba con Palmer, así que todo dependía de Lake quien no escatimó en atacar, cada tanto, a su amigo Emerson. Lo acusaba de haber llevado su ego por encima de un proyecto de tres músicos. Nada que un par de tragos no pudiera resolver. Así que se fueron de gira en el 93 y quedó el memorable registro en vivo Live at The Royal Albert Hall que vio la luz en DVD en 2001. En esa época no existía Youtube y las posibilidades de ver videos de ellos era nula. Así que esa fue la primera vez que pude ver de qué de trataba la magia de ELP. Basta con ver el solo al final del concierto durante “America” / Blue Rondo A La Turk”. Keith, se inmiscuye en la audiencia, tumba un viejo moog y lo acuchilla, mientras revive, tocando a la inversa, a Bach y su “Toccata y Fuga”. Sublime. Un punk en los teclados.

Al año siguiente grabaron un disco que quedó inédito por varios años, hasta que Sanctuary lo revivió en 2004, hablo del incunable In The Hot Seat que incluye como bonus track una nueva interpretación de Pictures At An Exhibition. Un disco que recibió muchas críticas a pesar de la producción de Keith Olsen (Fleetwood Mac, Jethro Tull) y la inclusión de “Man In The Long Black Coat” un cover a un tema memorable de Bob Dylan, bastante extraño. En 2010 ELP se reunió con motivo del High Voltage Festival para conmemorar 40 años de carrera. Impecable derroche de talento de la mano de Emerson, el líder y el estandarte del grupo. Se rumoró que el grupo se uniría para un nuevo proyecto, pero no  estaba en la agenda esa opción, en parte porque Palmer decidió concentrar toda su energía en Asia, banda que tuvo un interesante renacer desde 2005 gracias a varios álbumes y giras.  Los siguientes años para Keith Emerson estuvieron rodeados de un sinnúmero de presentaciones en solitario, participó de varios álbumes tributo al legado de Supertramp, Yes y Pink Floyd, entre ellos el interesante Back Against The Wall y  algunos encuentros esporádicos con Lake y Palmer, además de un nuevo proyecto, la Keith Emerson Band junto al guitarrista Marc Bonilla. De ese periplo quedó un álbum en estudio y otro en vivo. Larga vida al gran teclista del rock, al hombre que con su talento le dio protagonismo a un instrumento que lideró centenares de grandes proyectos del amado y pocas veces comprendido Rock Progresivo.

Recomiendo leer la entrevista a Keith Emerson en el libro Rockestra. Entrevistas a grandes del rock.