El impacto de Spotify, otros servicios “OverThe Top” y su interacción con redes sociales.
Unos dirán que ir a un concierto o a una fiesta, o escuchar música en una reunión con amigos, es una forma social de oír música. Y sí, probablemente sí, pero lo que pasa es que escuchamos música alrededor del gusto de una persona. Si vamos a un concierto, es verdad que en masa compartimos un gusto y afinidad por un grupo o artista, pero estamos oyendo lo que la banda haya decidido incluir en su setlist. Lo mismo sucede en reuniones, oímos lo que el anfitrión, o el DJ de turno, quiera poner.
Es verdad. Si somos amigos, seguramente compartimos gustos. Lo mismo pasa con las audiencias de los conciertos.
Pero con servicios como Spotify y demás, escuchamos música de forma social. Es sencillo. Mientras escribo esta columna estoy oyendo un grupo que se llama Recovery, y ustedes probablemente estén oyendo otra cosa, pero ahí no está el centro de esta idea.
El asunto está en que, en Spotfy estoy expuesto a una cantidad asombrosa de música; recibo recomendaciones por mis gustos, por lo que escuché recientemente, por lo que está de moda… Pero, mientras escucho música, Spotify me muestra un panel en donde están mis amigos y contactos, y me muestra qué están escuchando ellos.
Al tiempo, cinco personas que son cercanas a mí, estamos escuchando música simultáneamente. Sí, esto sucede en tiempo real. La web 2.0 nos conecta virtual y digitalmente. Pero en paralelo escuchamos música.
Lo mágico es ver lo que escuchan otros y así descubrir nueva música. Y seguro otros han descubierto cosas de mis playlist o lo que escucho.
Y a través de una experiencia digital, varios escuchamos música. No la música de uno solo, la música de todos, en un solo momento. ¡Es mágico!
Uno se sorprende. Al mismo tiempo, personas de Argentina, Colombia, México y EE.UU escuchamos música. No nos vemos, no hablamos, pero sabemos que estamos juntos. Sabemos que cada uno es un DJ On Demand.
Descubrí cosas como Caribou, Jamie XX, Sun Flower Bean, Anders Nordentoft, The Lighthouse And The Whaler, Long Distance Calling y Lite (por mencionar unos pocos), solo por “curiosear” lo que mis contactos escuchaban.
Se descubre música y conocemos más acerca de las personas que nos rodean. Ese es el verdadero sentido social de la música: descubrir, compartir, conocer…
Julián López Cortés
@Eljuli_Lopez
