Giovanni Rendón de PNE: La demostración de que el Punk no muere

Ya han pasado más de 30 años desde la primera vez y sigue tocando con la misma actitud.

PNE es una agrupación simbólica del punk paisa de los 80 que se hizo reconocida aún más por salir en la icónica película “Rodrigo D, No Futuro”. La banda inició con Julio Escobar y Giovanni Rendón en el 82. Mtres.co entrevistó a su bajista.

Mtres.co. Luego de verlo ensayar en Medellín con su banda en la sede de DeAmbulantes y de saltar con usted y sus compañeros con esa energía tan pegajosa hagamos un recorrido por la línea de tiempo.  ¿Qué pasó al principio de su Big Bang?

G.R. Uy, era un momento crítico en la ciudad de Medellín.  Estaba omnipresente el sicariato de los narcos.  El punk era una cosa esporádica, con realmente pocos discos.  No había muchos recursos y pronto entendimos que teníamos que hacer los instrumentos para tocar. Sabíamos que no era necesario ser virtuosos sino críticos.  Y eso era todo.  Armamos una batería “hechiza” (hecha por nosotros) y con  guitarras acústicas nos “parchamos” a disfrutar el ruido.  PNE nació como una necesidad de decir cosas sobre esa violencia de otra manera en el 82 y hasta el 85, 86.

Mtres.co. Pero son inmortales.  Están en una película de culto.  ¿Cómo fue el tema?

rodrigo-dG.R. “Rodrigo D”  le dio fuerza al movimiento punk en Medellín.  Antes hicimos la “Punk Medallo” en cassette y las bandas se reunieron en torno al proyecto. La verdad no teníamos pretensiones de nada.  El director Víctror Gaviria se encuentra con eso de pronto y toma la decisión.  Qué época. Todos ensayamos en la casa del “Negro”. Con esas baterías hechizas puestas al sol para templarlas.  Allí estaba Ramiro  Meneses y se convirtió en el protagonista.  Muchos dicen que Víctor no mostró la realidad de la ciudad frente al movimiento, pero eso es ficción con elementos de lo que pasaba.  Era una película. Parte de la música y de los roches se perdieron. Es una pena porque es nuestra historia.

Mtres.co. Dura época. Y vivió por un tiempo como en la película.  ¿Cómo la cambió?

G.R. En los 90 dentro de la oleada de violencia tuve un acercamiento con la muerte que me puso a pensar en lo que vendría.  En esa época tocaba trashcore.  A los 3 días de haber nacido mi hijo haciendo video ya,  buscando una locación había una fiesta en Copacabana y de pronto una gente loca dio bala y yo fui herido.  Eso me cuestionó sobre lo que ocurría en la ciudad.  En los conciertos me recuperé pero nadie pagaba el ingreso y todo el mundo bebía.  Solo había plata pa´l chorro y no pa´ la banda.  Me desgasté con el movimiento porque sentí q estaba botando mi tiempo.  Tuve otras miradas alrededor de la música.  Pensé que hay que tener orden.  Si “Ira” por ejemplo no se hubiese ordenado no hubiese crecido.  Ese momento realmente me puso a pensar.

Mtres.co.    Y su salida de ese mundo, de ese escenario fue la tele, el audiovisual.

G.R. El audiovisual fue constante en mí.  Vi y veo mucha tele.  Me encanta.  Además de la fuerza del cine y con la peli mucho más.  Había un crítico de cine llamado Luis Alberto Álvarez, q.e.p.d.  Nos dejó ir al  Colombo Americano al cineclub y sus talleres.  Eso me transformó el pensamiento.  Comencé con videoarte y fui al Festival Francolatino de Videoarte en Bogotá en el 91 o 92.  Luego empecé a trabajar en un noticiero archivando. Hice videoclips al grupo “Frankie ha Muerto”  Con eso entre a la  Universidad de Medellín y pude hacer la serie “Ataque Sonoro” en televisión.

En ella traté de darle un vuelco estético al rock para  contarlo desde otros contextos, líricas, carátulas, puestas en escena.  Rock y audiovisual juntos siempre en mi cabeza. Hoy, ahora, explorando en documental para mostrar el rock de otra forma.

Mtres.co. ¿Qué tiene la imagen para gozarse a la música?  ¿Por qué que esas dos pasiones son tan perfectas juntas?

G.R. Son dos caminos sensoriales que permiten crear estados. Son complementos absolutos. Juntos crean estados  que se convierten en algo visceral. La imagen tiene un sentido que nos permite expandirnos hacia un lugar más allá, al lado de donde vive la música. La música comparte con el otro.  Tiende puentes.  El aporte es más completo juntos.  Y tiene que ver con muchos elementos de arte: la luz y el sonido. Ahí está la fuerza.

Mtres.co.  Finalmente cumplió su sueño de tocar en Rock al Parque.  ¿Cómo fue la experiencia?

pne-en-vivoG.R. Fue tocar un símbolo del rock en Colombia.  Lo es porque intenta mantener vigente la historia del rock.  Cada año hay una peregrinación para ir y ver en vivo la transformación del rock.  Pero algo viene cambiando y duele.  Quiero decirlo antes de contestar, duele porque Bogotá tiene muchas cosas y experiencias musicales al parque pero creo que esta ha cambiado.  El sonido “rockero” se ha perdido en el festival.

Pero bueno, tocar fue un sueño.  Justo el año pasado 2014 llegó la invitación a Peste-Mutantex y se presentó la oportunidad. Nos subimos a esa tarima con  el híbrido entre la Peste y Mutantex y desde luego yo de PNE.  Fue una mezcla de tres bandas  que salieron en la película.

Y sonó de PNE “No más Clases”.  Bello ver a Bogotá apasionada por nuestro punk y el tributo a la peli.  Yo venía de Valledupar de hablar con víctimas de la violencia y el mensaje en cada caso fue que otros no tomen las decisiones por nosotros.  Bueno, eso quisimos decir en Rock al Parque.

Fue espectacular ese momento.

Mtres.co.  ¿Cuál es su relación con el “punketo mayor” de Colombia, Ramiro Meneses?

G.R. Es un amigo de la vida.  Cada vez que me lo encuentro se reafirma y cada vez más y más.  Siento que él conserva el espíritu punk en su estado natural.  Hoy hace, dice y crea otras cosas para expresar lo mismo de manera diferente.  Eso me encanta. Es el mismo loco pensante buscando la forma  de gritar de otra manera.  Ahora está con nosotros en programas de cultura para televisión y toca a veces con nosotros en Peste-Mutantex.  Fíjate que él iba a ser el baterista de PNE pero llego el momento y la oportunidad de actuar e irse de la ciudad y por eso, por poco,  no fue nuestro baterista en ese momento.

Mtres.co.  Gracias por el tiempo.  Una última pregunta obligada: ¿Por qué el punk no muere?

G.R. No muere por una razón fundamental, porque el estado del ser humano es inconforme y tiene que revolcar el espíritu como mínimo.  Cada generación soporta el peso de la tradición, la aborrece y por eso quiere cambiarla y una forma directa es el punk.  Tarkovsky decía  “Si hay más represión, habrá más razones para crear.

Trailer Reodrigo D

Cabezote Ataque Sonoro

Mauricio Tamayo Tamayo