Julio Breshnev lo sabe mejor que nadie, y aunque reconoce que debido a eso el camino ha sido más complejo, la independencia del grupo es uno de sus mayores tesoros.
Ahora con ‘Nocontrol’, su último disco, es el momento de encarar de nuevo giras, recitales, presentaciones y todo lo que conlleva el lanzamiento y promoción de un nuevo trabajo discográfico.
Mtres lo entrevistó, para conocer más acerca de este disco y de Vetamadre.
Las letras de Vetamadre se nutren de muchas figuras literarias y de hecho no son planas. ¿Qué autores lee y cuéntenos si ellos han influido de algún modo en su manera de componer?
¡He leído mucho! Ahora estoy en una etapa en la que no estoy leyendo muchas cosas nuevas, pero he leído a Aldous Huxley, Gabriel García Márquez; he leído también mucho de Ray Bradbury y a Jorge Luís Borges.
La verdad que he ido de una punta a la otra; muchos de “los escritores malditos”, me han gustado. Tuve una época de García Márquez a pleno. Eso fue donde más me metí, pero creo que lo que más extraje de él -algo que por ahí es lo que no se lee mucho de él-, es la fantasía que a veces va más allá del significado de las palabras, y que se da más por el hecho de la palabra en sí, por su magia y lo que crea con ciertas imágenes.
A nivel poesía he leído y escuchado, a todos los grandes letristas ingleses y norteamericanos, desde Pink Floyd hasta Jim Morrison. Siempre me motivó el existencialismo, lo que yo llamo ‘el despertar místico’, ese punto en la vida en el que de golpe decís “bueno, estoy solo en el mundo, estoy obligado a someterme a la gran urbe, pero con el deseo de ir a la montaña”, bueno, esa dualidad.
En realidad ‘El Lado Oscuro De La Luna’, como letra fue mi despertar místico y a partir de ahí, toda la discografía de Pink Floyd siempre fue una gran influencia en cuanto al hombre, que se pregunta por todo lo que lo rodea.
¿De qué manera esto influye en la manera de escribir las letras de Vetamadre?
Desde chico había un montón de cosas que me gustaban. Pero no pensé que iba a tener la posibilidad de escribirlas algún día. Pensé que me quedaba en letras más planas, canciones de amor; las primeras cosas que escribía tenían que ver con eso y pensé que no iba a escribir textos más profundos.
Cuando entre en Vetamadre, el grupo ya estaba armado y escribía uno o el otro. Cuando empecé a escribir las letras de Vetamadre, Coca (el guitarrista), sobre todo me dijo “vos escribís lo que a mí me gustaría escribir”, y desde ese momento escribí y cada disco se volvió un concepto y así empecé a trabajar.
Cada álbum representa mucho el momento que vivimos o por el que pasamos los cuatro, hablamos mucho en la sala y yo eso me lo llevo. El otro día un amigo me decía “¿y vos escribís?”, me lo decía porque nunca me vio escribir. Yo le respondí que en realidad estoy permanentemente escribiendo en mi cabeza y por ahí tengo una frase y la estoy editando para que tenga la magia exacta que quiero lograr.
Llaman la atención los nombres de algunos discos: ‘Nocontrol’, Veratravés’ y ‘Otroviaje’ ¿Por qué los llaman al convertir dos palabras en una?
Sí. Con ‘Veratraves’, yo lo que les decía a los chicos y lo que respondía en ese momento, es que quisimos inventar un nuevo verbo, porque ‘ver’ es una cosa y ‘ver a través’ es otra. Me gustó esta idea de conformar una nueva palabra. A partir de ahí tuve siempre ganas de jugar con esa historia.
Después vino ‘Vientre’, que surgió mucho con la etapa que vivíamos en ese momento de nuestra vida. Después todo eso lo recuperé con ‘Otroviaje’.
Y ahora con ‘Nocontrol’ pensé lo mismo. También tenía que ver de alguna manera con buscar una palabra que, tanto en inglés o en castellano, tuviera un significado similar y que también se pudiera leer de la misma manera. Eso se da con ‘Nocontrol’.
Lo que más me gusta es esto de armar una nueva palabra, una conjunción de palabras, y crear algo nuevo que impacte o que llame la atención’.
¿Cuál ha sido el mayor logro del grupo en su carrera?
Yo creo que el mayor logro tiene que ver principalmente con que siempre hicimos realmente lo que queríamos hacer. Siempre hicimos las canciones que queríamos entregar, más allá de lo que eso iba a significar; no tener un hit o no pertenecer a una tribu, o no estar dentro de la moda del momento.
Creo que el logro tiene que ver con todo esto, de que en todos estos años mucha gente hable de Vetamadre como una banda de culto, muchos colegas nos tratan con mucho respeto. Ese para mi es el principal logro.
El ‘contrato con el diablo’ es hacer esa canción que no te gusta pero que sabés que va a funcionar mejor que otras. El canon que debés pagar es tocar siempre esa canción que no te gusta y que sin querer pasa a representarte.
Entonces esquivar eso y andar por un camino más difícil, sinuoso y solitario, se transformó en el logro de la banda.
¿Tienen planes de internacionalización?
Muchas veces cuando la gente escucha Vetamadre dice “parecen una banda de afuera”. Siempre tuvimos ganas de ir más allá. Hubo épocas en que nos llegaron mails de Colombia, de México y de California.
Siempre nos costó de por sí manejarnos dentro de la Argentina, recorrer nuestro país es extenso y difícil llegar a algunos lugares. Córdoba y Mendoza, por ejemplo, son casi mil kilómetro de recorrido y un gasto grande.
Creo que aun no dimos todavía con el link, con esa persona que nos podría facilitar esa posibilidad.
Muchas veces nos hablaron de México y nos dijeron “tienen que ir y quedarse”. Nosotros somos muy apegados a nuestra gente, nuestra familia. Entonces todavía no surgió, pero si se da estaremos listos y con las valijas hechas.
¿Por qué incluyen covers en este disco?
¡Es la primera vez! En realidad se trata de un disco muy urgente, creo que es el primer disco urgente de Vetamadre.
Habían quedado muchas canciones afuera de ‘Otroviaje’, que estaban tan buenas como las que quedaron dentro, así que estas fueron relegadas.
Teníamos canciones más algunas composiciones nuevas. Coca quería hacer un tema de Legiao Urbana, que es un grupo que en Argentina no se conoce. Acá pegó Paralamas y en Uruguay pegó este, y como tenemos esta cosa del culto y la cuestión oscura nos gustó la idea. Eso no sé cómo nos linkeó con el disco más sónico de Soda Stereo que es ‘Dynamo’, quizá uno de sus discos más oscuros.
Dentro de ese disco, ‘Toma la ruta’, es una canción que -nos dijo Zeta-, Gustavo la mezcló a parte, dándole más delays, más cámaras y mas capas de guitarras, aportándole un sonido más pesado todavía.
Yo siento que ‘Nocontrol’ es un disco distinto y nos va a hacer movernos de otra manera. Así que vamos a girar con él y presentarlo, con él vamos a ampliar más el universo Vetamadre.
Julián López Cortés – Mtres.co