El vocalista presentó este disco en Buenos Aires, en septiembre de 2011
Ya sabemos que Mike Patton, más conocido por su trabajo al lado de Faith No More, es uno de los vocalistas más versátiles en la actualidad. Su rango vocal es impresionante; llegar a la voz gutural pasando por la balada es algo muy natural para él, no tanto para un cantante convencional.
En 2010, como solista presentó “Mondo Cane”, un tributo a la era dorada de la “canzone italiana”, en el que pone su impronta a clásicos temas pop y balada de la Italia de los años 50 y 60. Se podrán imaginar de qué estamos hablando.
Por su puesto, Patton no está solo. Para este disco se acompañó de una orquesta sinfónica y de algunos instrumentos propios del rock. El resultado es sencillamente alucinante.
Tuve la oportunidad de ver este show en Buenos Aires. Fue en septiembre de 2011, un par de días después del inicio de la primavera. El concierto se realizó en el Teatro Coliseo, en el centro de la ciudad, a dos cuadras de la emblemática Avenida 9 de julio y a pocas calles de la Avenida Corrientes, centro cultural de la capital argentina.
El lugar lleno. El escenario simple, con unos 20 músicos y con Patton al centro, pero no como el director de orquesta, Patton era uno más. Vestido al estilo de gánster de mediados del siglo XX o mafioso italiano, el vocalista simplemente se siente local en cualquier lugar.
Aunque su disco “Mondo Cane” está integrado por 11 temas, esa noche tocó 23, entre ellos “Vuelvo al sur” de Astor Piazzolla. Estar en ese lugar supuso para mí una curiosidad inmensa (no tanto para el público argento por cuyas venas corre sangre europea, particularmente italiana). Aun así, la balada italiana tuvo su época relevante en varios países latinos, entre ellos Colombia.
La voz de Patton suena bien en cualquier género, y ese día lo comprobé. Ojalá un día cante boleros o música colombiana (ya lo hizo Brigitte Bardot cuando hizo su versión de El Cuchipe). El caso es que su voz es inigualable y el lado más rockero de la balada pop salió a flote esa noche.
Mondo Cane en vivo lo tiene todo. Pasa del Beat Box a canciones de cuna. Es balada y noise, se contradice y se complementa como la mente del propio Patton.
Al final Patton se toma un mate con su audiencia que lo aplaude de pie y le pide “más, más, más”. Patton de por sí es un show (antes de venir con Faith No More lo tuvimos en el Jorge Eliecer Gaitán con Moonchild al lado de John Zorn). Se despide, da las gracias y todos se van. Es un show único e irrepetible.
Un show más que está en mi top 10, acompañado de Alice Cooper, Dead Can Dance, Amorphis y Anathema.
Crónica y fotos: Julián López Cortés