MUCHO INDIO es un grupo musical que funciona en la cabeza de Ernesto Dumas Ocampo (TETO) desde el año 2008.
Para mi -cuando Teto me habló de su nuevo proyecto “Mucho Indio”-, me emocionó el nombre magistral y la sabiduría sarcástica de Teto: de sacar de la mira el desdén en favor de la admiración… (solo con escoger el par de palabras justas para denominar un esfuerzo). Por eso estoy hoy aqui hablando a ustedes de ello.
Llegue a su casa en La Candelaria (Bogotá), y me recibió en el jardín, con su mambé de coca y su poporo. Le pregunté: ¿En qué momento de tu vida y a cuenta de qué nace Mucho Indio?
“Comencemos por qué el interés por las culturas indígenas: nació a raíz de una enfermedad…….tenía una enfermedad musical. Hice muchos esfuerzos de muchos tipos para curarme. Exploré maneras de sanación, aprendí reiki, acupuntura y por ahí conocí la medicina indígena, e indios de los cuales me hice amigo y me cambiaron la manera de pensar.
“Uno de ellos me involucró en la política, cosa que a mi me parecía como antagónica a mi espíritu de músico en un principio; sin embargo Victoriano Piñacúe, mi amigo indígena, sugirió que la música era la forma con la que yo hacía política de una manera convincente y que su partido indígena necesitaba de nuevas formas de hacer política…. comencé entonces a hacer política desde el arte.”
“Mucho Indio antes de que se llamara así, era un grupo de artistas que me acompañaba en un discurso político; entonces yo tocaba músicas indígenas con indios y músicos no indígenas en asambleas y convenciones políticas de ese partido…. Se llamó Mucho Indio a partir de que me invitaron a hacer un “performance”, una conferencia en el auditorio León De Greiff de la Universidad Nacional dentro de la cátedra de sede Manuel Ancízar, que se llamó “Mucho Indio”. Todos salimos con una camiseta que decía eso, y así nació Mucho Indio.”
Le comenté a Teto que me parecía sorprendente y revolucionario su proyecto por el hecho de ir al futuro valiéndose del pasado, a lo que respondió que el lo llamaba Laboratorio Paleofuturista: “un método de trabajo, una propuesta; y por supuesto no es exclusiva de Mucho Indi0, debería ser para que todo mundo lo ponga en práctica. Siento que valiéndonos de este método podríamos solucionar muchos de los problemas que nos aquejan. Aplicado a cualquier disciplina u oficio….digamos que Mucho Indio es la prueba de lo que sucede con el método aplicado a la música.
“El laboratorio paleofuturista consiste en tener en cuenta la palabra, la forma, la manera del indio, su forma de pensar, de sentir, de hacer las cosas, de entender y de percibir su interacción con el otro y el entorno. En las comunidades indígenas existen prácticamente los mismos oficios, aunque no son profesiones ni especialidades. Existen las leyes, existen quienes velan por las leyes; existen los historiadores, también hay médicos y medicinas. El aprendizaje no es académico ni general, es más personal; quien hace bien la casa (kankuro) es el arquitecto.
“Hay gente que está pensando por la comunidad, gente que está para curar a la comunidad, gente que son como embajadores: representantes de la comunidad ante otras comunidades; en fin: un conglomerado social que se sustenta en un autoentendimiento más natural. Para cualquier persona es mejor leerse un libro sobre la ley universal de los Arhuacos y saber cómo es, que no saberlo; para cualquier abogado que conozca la ley de occidente sería de suma utilidad comprender la versión de los abuelos sobre la ley universal.
“Si se quiere profundizar hay que irse a las propias comunidades a hablar con los sabios y abuelos. El laboratorio paleofuturista le permite a uno hacer la música del futuro apoyado en la música ancestral. La sociedad de ahora es muy superficial, más pendiente del empaque y la envoltura; mucho paquete vacío, muy lindas carátulas de discos sin verdaderas canciones. La música ancestral en cambio es esencia pura, melodías cargadas de efecto profundo y regenerador a lo largo de miles de años, que han hecho danzar a la comunidad por miles de generaciones: melodías salidas del cosmos, melodía del pájaro, música de las esferas; verdaderamente, música que más que inventada, es descubierta en el mismo espíritu de los instrumentos.
“En el campo musical yo me he convertido en lo que occidente llama un etnomusicólogo, estoy pendiente no solo de las comunidades indígenas, sino de todas las culturas del mundo de todas las épocas; interesado en las razones para hacer música y la génesis de toda vibración.”
Este es un poco el arsenal del que se nutre Mucho Indio para darle forma a sus piezas musicales: guitarras, tiples, cuatros, charangos, bandolas, gaitas o kuisis, flautas, kenas, capadores, pitos…..además de tambores nativos y tabla hindú. Se siente la trascendencia de las melodías y la creatividad de Teto es sobresaliente en encontrar los ritmos y armonías acompañantes a dichas melodías ancestrales.
Por Carlos Iván Medina