No. Escuchar noticias así nunca es bueno, y debemos apostar a que este festival sí o sí, se haga en Colombia.
Hace un poco menos de un año, exactamente el 29 de julio, las productoras T310 y Absent Papa anunciaban con orgullo –y cómo no-, la llegada oficial de la franquicia Lollapalooza a Colombia.
Después de Sao Paulo, Santiago de Chile y Buenos Aires, Bogotá sería la nueva sede latinoamericana que recibiría al festival de Perry Farrell. Un orgullo local y nacional, lo que ya sabíamos se consolidaba con la noticia: Bogotá entraba en el circuito de conciertos de toda la región.
Improvisación no hubo, de eso estoy seguro. La realización del Festival Estéreo Picnic y decenas más de shows independientes les da a estas productoras todo el respaldo a la hora de hacer conciertos. Con más seriedad que los grandes dinosaurios en cuyas manos se monopolizaba la realización de eventos masivos.
En Argentina, Fenix (una de las productoras más grandes de eventos, y organizadora de la edición porteña del Lollapalooza), tiene en el mejor concepto “a los chicos del Picnic”, como les dicen allá.
Pero en el último momento se bajó el artista headliner que faltaba anunciar. Rihanna, publicó El Tiempo el sábado 2 de julio. Los rumores frente a este tipo de noticias vuelan y al mejor estilo de mitos y leyendas urbanas, se hablaba de otros headliners (yo soñaba con Radiohead).
Fuese Rihanna, o no. Para la productora ya no era viable hacer el Festival. Eso es una decisión muy responsable de su parte, pues supone para ellos acarrear pérdidas millonarias. No se trata de devolver la plata de las entradas y listo. No.
Muchos contratos con artistas piden anticipos que no son reembolsables. Otros piden el 50 % de su tarifa por cancelación y otros cobran el total de la tarifa, haya o no haya conciertos. Es decir, como se puede ver, ser organizador de conciertos no es una negociación “win – win”; por el contrario, se trata de negociaciones a riesgo como la que hicieron T310 y Absent Papa con Lolla Colombia.
Pero ese Festival llegará a Colombia por un sueño. El sueño de estos personajes que han traído en los últimos cinco años a los mejores grupos que ha visto Bogotá. Posicionaron un festival como el Estéreo Picnic, que hoy es una marca internacional. No es raro ver allí, en el parque 222, banderas de México, Ecuador y Venezuela entre los asistentes.
Por eso no es bueno que se cancele Lollapalloza en Colombia. Porque ya estamos en el mapa de conciertos como una buena plaza, y así debemos mantenernos.
No sé qué tendrán en mente los organizadores, pero de algo estoy seguro: Lollapalooza Colombia sí es una realidad. Si no llegó en 2016, será una realidad en 2017 y hasta mejor, porque el año entrante saldrán de gira Arcade Fire, Radiohead, Metallica y muchos más.
¿Qué debemos hacer en ese caso? Creerle a la organización y comprar los “early birds”, tal como se hace con los combos creyentes del Picnic. Hay que creer. Nos lo demostraron sin ninguna duda los últimos años. Ahora nos toca a nosotros.
Muchachos, les creemos. Y brindamos por el Lolla Colombia en 2017.
Julián López Cortés
@Eljuli_Lopez