Raíz. Mantra. Libertad. Hipnótico. Así es el Groove del manglar.
Cuando ya todo parece estar creado, cuando nos cansamos de hacer lo mismo, cuando surge la necesidad de explorar, de encontrar un quehacer diferente. Otra cosa, otro sonido, otro carácter… Empezamos a entender qué es lo más cercano a nosotros. Entendemos de dónde venimos y de pronto hacía donde vamos, qué es lo que realmente queremos y necesitamos hacer. Empezamos a crear y a recrear.
Así, a manera de juego, entre jam sessions e improvisaciones, dos amigos citadinos, que venían de tocar blues y de enfrentarse a músicas hechas en Bogotá, sintieron la necesidad de volver a su raíz. Con el temor que eso representaba, Juan Camilo Manzano y Felipe Betancourt crearon la base musical de lo que sería PIANGUA.
Una vez existió esa base de bajo y batería, se dio toda una exploración para que se sumaran la potente voz de Valentina Blando, la marimba y tambores de Mario John Londoño, y la percusión de Oscar Chaves.
‘Inicialmente lo que se buscaba era resaltar el poder del tambor, del cuero, de la madera, de la influencia Africana. Un sistema estético anti electrónico.’ Felipe Betancourt
Pronto fue claro que no necesariamente debía ser TAN anti electrónico su sonido y decidieron incorporar la guitarra de Felipe Behlok y romper un poco más las reglas.
Y entonces nació PIANGUA.
PIANGUA, como el molusco del pacífico, con un nombre sonoramente delicioso. PIANGUA, como metáfora. Un ser vivo, entre ser animal y ser planta. Un ser abstracto que se esconde en la raíz, que se esconde en los manglares. PIANGUA, del manglar que recoge las aguas dulces y las saladas; las aguas del mar, del río y de la selva tropical. PIANGUA, como una maraña enterrada en el barro, difícil de conseguir, difícil de lograr, a menos que sea extraída con la fuerza femenina de aquellas mujeres del pacífico que siguen la ruta de la piangua; a menos que sea con ese espíritu guerrero de toda una comunidad; a menos que sea con el poder de la voz de Valentina y el espíritu guerrero de la banda que la acompaña.
Pero a pesar de ser del pacífico el molusco, la música de la banda ‘no se ubica en ningún territorio geográfico en particular, ni sus ritmos son necesariamente Colombianos. No es música del pacífico, aunque tiene cadencias del pacífico. Es inspirada en pero no solamente en la música del pacífico.’ Juan Manzano.
‘Es música latina con ritmos afro y cadencias folclóricas. Es un sonido raizal fusionado con blues.’ Valentina Blando.
Como la piangua, su música es bastante compleja, en cuanto a que busca apropiar y reinventar. Hace alusión a la raíz pero no sigue ninguna regla en el proceso. No busca repetir lo que había en esa raíz, no busca ser lo que ya fue, sino mantenerlo vivo a través de la exploración y adaptación. No busca hacer música purista o de algún género en particular, sino encontrar su propio sentido estético y dinámico para jugar, transformar y crear.
La forma de mantener vivas las músicas tradicionales, es con esto. Piangua fusiona diversas nociones de la música afro tradicional colombiana y del mundo con sonidos urbanos derivados del funk, el jazz y el blues, dando origen al “Groove del Manglar”.
En tal dinamismo, PIANGUA se ha preocupado por cuidar su sonido y por vivir en el instante, a transformarse y a adaptarse, y a funcionar como banda en vivo. Quizás por eso, el disco que fue grabado en Octubre del año pasado, se ha ido transformando y continúa evolucionando para que lo podamos disfrutar al cabo de un año, pues es la promesa que hace la banda para mediados de noviembre 2017.
‘Somos una banda para vivir en vivo. Nacimos del jam. Estamos abiertos a todo. Estar en el instante, con la gente, sintiendo, viviendo. Cambiando de formatos, de tambor a batería, con guitarra, con marimba, con lo que haya. Piangua está.’
Con esas palabras Valentina recalca la esencia de PIANGUA y juntos explican que con esa misma visión de apertura y dinamismo, fue como grabaron el disco. De una forma que consideran más orgánica, en bloque y evocando a las grandes producciones, buscan capturar la esencia de lo que es el sonido real de su banda. A pesar de que posteriormente le han agregado otros elementos como las guitarras, voces y percusiones, es un trabajo en proceso que sigue las reglas que ellos mismos han creado y más importante aún, un trabajo en proceso que pronto escucharemos.
Raíz. Mantra. Libertad. Hipnótico. Así es el Groove del manglar.
María José Bermúdez