Rock Al Parque 2015: No soy la única chica “rara” que ama Behemoth

Esto viví y pensé durante el concierto.

En muchas partes y momentos me he sentido diferente porque me gusta el Black Metal pero viendo a esta banda polaca entiendo claramente que no estoy sola y que no soy rara: es que mi gusto es refinado, no es para cualquiera y somos miles de mujeres, que como yo, fuimos juntas a ver una de nuestras bandas del alma: Behemoth.

Estaba feliz porque uno de mis grupos favoritos venía a Rock al Parque, pero también nerviosa porque cuando se ama tanto algo se puede llegar a ese extremo.  En esto pensaba cuando todo se apagó en la Plaza de eventos del Parque Simón Bolívar en Bogotá. Sentí mi corazón latiendo a millón pero noté que los de cada asistente iban también a una velocidad trepidante.

Estaba ansiosa por ver los integrantes en el escenario y empecé a gritar como una niña de cinco años cuando destapa sus  regalos de cumpleaños, tanto que los que estaban alrededor giraron la cabeza hacia mí. Ellos contuvieron el aliento mientras yo tenía una risita nerviosa mezclada con pequeños “griticos”.

Debido a mi estatura (realmente soy bajita) no me era posible ver ni el escenario, menos a la distancia a la cual me encontraba, así  que le pedí un amigo que me alzara para no perder nada y así poder disfrutar mejor ese primer momento, a cambio de una bebida fría. En ese momento estallaron con ‘’Blow your Trumpets Gabriel’’ y junto a la canción también mis cuerdas vocales se astillaron como cristales.

Es increíble como una banda pueda generar tanto poder desde una tarima. Pero al mirar al público entendí que este también tiene lo suyo porque se trata de una simbiosis con los músicos. Todos hacen su parte para que el espectáculo sea completamente impecable, por ello la gente aplaudíó, gritó y movió sus cabezas al ritmo de la música. Por supuesto yo también y con toda la pasión y energía.

En ese momento no importaron el frío, la lluvia incesante, el hambre o la sed.  Lo único que quería era sumergirme en los sonidos de las guitarras y la batería, es como cuando estás en tu fiesta de cumpleaños, lo único que quieres es bailar y disfrutar así estés cansada y tengas sueño.

Al avanzar el toque recordé que detrás de Behemoth  hay almas grandes y  luchadoras, pero sobretodo hay personas que también sufren, siente y aman,  Nergal (vocalista) es un claro ejemplo de ello, una persona que sufrió una enfermedad tan mortal como la leucemia, pudo recuperarse gracias al amor de su amada, de la banda y de sus fans. Y  en ese instante yo lo tenía al frente vivo y lleno de energía regalándonos su arte. Un vocalista que sin duda es de admirar.

Cuando tocaron “At the Left Hand of God”, la primera canción que había escuchado de ellos (y que me recuerda las épocas de la adolescencia), empecé con una ensoñación que me hizo recordar que con esta canción empecé a escuchar todo tipo de metal, mientras mis otras compañeras oían generalmente reggaetón y otro tipo de artistas.  Esta banda me abrió las puertas a algo diferente y justo con esta canción comencé a ver y entender que mis gustos musicales no los tenía casi ninguno de mis cercanos.  Behemoth fue un descubrimiento y en esa transición amplié mi mundo con el polémico Varg Vikernes (Burzum) y con otras bandas de Black Metal.

Increíble. En el Festival fue evidente que en verdad no soy la única chica extraña a la que le gusta este tipo de música, porque a mi lado había miles de personas que al igual que yo, descubrieron otra forma de percibir y apreciar la música, y no solo me estoy refiriendo al metal, también incluyo al rock y… ¿por qué no al blues o al reggae?

Recuerdo que  al finalizar el tema en cuestión, Nergal levantó la bandera de Colombia y la ola de público se estremeció como nunca había visto. El mejor Black Metal junto a mi bandera. Gritamos como uno solo, muy juntos, acoplados y terriblemente poderosos. Creo que fue un momento que quedará marcado para muchos de nosotros y espero que también para el mismo Behemoth.

Luego y para completar el momento, comenzaron el poderoso tema, “Chant for  Eschaton 2000’’ donde todo el público se unió levantando las manos cornudas, tan sintonizados como en una coreografía. Sentí el poder de Behemoth de nuevo y empezó en segundos un “pogo” salvaje.  El espacio dejó de ser espacio para convertirse en el más perfecto paraíso. “Chant for Eschaton 2000” es tema indicado para finalizar el mejor concierto de mi vida, o eso creí, porque cuando todos los músicos se  fueron del escenario supuse que  habían terminado.

Ya me estaba retirando cuando escuché el comienzo de “Ora Pro Nobis Lucifer” ¡Diablos! No era hora de irme, todavía no, tenía que disfrutarlo hasta el final, grité, salté y casi lloré.  Al aplaudir vi que ellos se estaban haciendo una foto y ¡tenía que salir en la selfie de la banda!, así que pegué un brinco lunar. No me importa entender que yo solamente me veré como un pixel en la fotografía.

Por un rato fui feliz.  Vi a mi grupo favorito y por ello quiero dar un agradecimiento  a los organizadores del evento por haberme llevado afuera de la galaxia. Además también hicieron feliz a muchos colombianos rockeros y metaleros en el mismo momento. Realmente es gratificante saber que grandes nombres como Behemoth, Haggard, Antrax, Molotov, Cannibal Corpse, Overkill, entre otras,  vinieron.

Quizá los colombianos nunca hubiéramos podido ver en vivo estos grupos sin el Festival y por ello espero que este evento continúe por muchos siglos más. Viva el rock y viva Behemoth.

Daniela Andrea Nix
Especial para Mtres.co
Foto: Facebook Oficial – Behemoth