Deben su nombre a la novela escrita por Antonio Caballero. Esa en la que se siente que todo se repite hasta el cansancio como idea y el tiempo como una curva. Que nada cambia.
La banda está compuesta por: Nicolás Pernett (guitarra y voz), Alfredo Barón (bajo y voz), Felipe López (guitarra) y Julián Betancur (batería).
MTres entrevistó a Nicolás Pernett, músico desde los 15 años, profesor universitario desde los 26 (quien afirma que ha tenido más ingresos y público como profesor). Compositor, guitarrista y cantante de Sin Remedio. Deseó dedicarse a la música cuando descubrió que con tres acordes, una melodía y unos versos se podía hacer algo nuevo y único que no existía en la Tierra (por ello afirma que el compositor es un pequeño Dios). Esto nos contó de su proyecto:
MTres.co- ¿Cómo fue el inicio de los tiempos para ustedes?
N.P- “Sin Remedio se formó en Bogotá en septiembre de 2012. Fue una idea de Alfredo, el bajista, y mía, que estábamos un poco aburridos y queríamos hacer significativo con nuestras vidas. Nos empezamos a reunir cada domingo a tocar algunos covers con Felipe, un amigo guitarrista y después con Julián, un amigo baterista de Alfredo. Entonces yo empecé a mostrar algunas de mis canciones y les gustaron a los demás, así que de una banda de covers se convirtió en una banda de originales”.
MTres.co- ¿Cómo definen su sonido?
N.P- “Nuestra música es rock, aunque esa es una definición muy amplia. Felipe y yo somos más dados al blues y al rock and roll. Alfredo y Julián son más de la onda punk y metal. Creo que el resultado final es una mezcla de todo eso. Cuando yo traigo una canción muy rock and roll o incluso pop, los otros se encargan de que tenga el veneno y la distorsión suficiente para que termine de convertirse en una canción de Sin Remedio. Y cuando Alfredo trae sus canciones oscuras yo trato de que por lo menos se puedan bailar”.
MTres.co- Suenan a muchas cosas conocidas. Tienen una variedad deliciosa de influencias.
N.P- “La banda ha sido influenciada por el rock que se escucha por estas tierras: rock argentino, bandas bogotanas, clásicos del rock británico. Nos gusta mucho el rock en inglés que se hizo en la primera década de este siglo: Black Keys, White Stripes, Artic Monkeys; y en cierta medida los emulamos porque es un rock sucio y puro, que suena a bluyines y a calle. Lástima que ahora que nos lanzamos al agua ya haya pasado esa moda y esté otra vez en boga ese rock medio disco-glam, como Muse o hasta U2, que uno ya no sabe si quieren ser Madonna o 50 cent. Nos simpatiza más el rock and roll que están haciendo bandas colombianas como Diamante Eléctrico o Tappan, que están más cerca de lo nuestro”.
MTres.co- Nombre epónimo de una novela. ¡Cómo es el asunto?
N.P- “El nombre de la banda viene de la novela Sin remedio de Antonio Caballero y la letra de nuestra canción que lleva el mismo nombre la escribí pensado en Ignacio Escobar, el personaje central de la novela, que no es más que un burgués perezoso que quiere ser poeta, intenta entrar a una célula revolucionaria y otras cosas por el estilo, pero que la final no hace más que fumar marihuana y tratar de llevarse chicas a la cama.
“Creo que mi generación también es un poco así: nos sentimos desencantados, aunque todo el tiempo estamos hablando de grandes ideas, y a la final es muy poco lo que hacemos por cambiar las cosas. Nuestras letras nacen de esa decepción pero a la vez nos burlamos un poco de nosotros mismos. El verso completo de la canción dice: “País de mierda te detesto. Te quiero empezar de cero. Lucharé por que renazcas, o me iré a vivir al extranjero”. Es decir, la tibieza y la mediocridad, como muchas de las personas que uno los ve hablando del país del futuro en la universidad y luego los ve en Facebook viviendo en Europa, haciendo tures de vino y pendientes de la salud de su perrito. Pero, ¿quién los puede culpar? Las letras de nuestras canciones no dialogan con las otras bandas que oímos sino con las cosas que leemos: novelas, poemas, noticias. Si algún día nos volvemos realmente famosos, algunos se van a dar gusto buscando de qué libros vienen los plagios o referencias de nuestras canciones, que son muchos”.
MTres.co- Mejores toques de Sin Remedio.
N.P- “Recuerdo mucho nuestro primer toque, que fue en un lugar pequeño de la Caracas con 54 o 55, en Bogotá. Era una feria pequeña de artesanos y artistas autopublicados, algo sencillo con gente muy chévere. Llevábamos cuatro meses ensayando y estábamos muy nerviosos por el toque. Para colmo nos inscribieron en el programa como Sin “Remedios”, lo que me pareció bastante ridículo y me dio la impresión de que era un mal presagio. Pero empezamos a tocar y algo fantástico pasó: la gente se paró a bailar, incluso con nuestras canciones originales. Esa es una sensación maravillosa, que la gente baile con algo que tú estás tocando, te hace olvidarte que tú eres el músico y ellos el público, se siente como si todos estuviéramos en lo mismo. Después de eso ya no quisimos parar.
“También hay que recordar los toques malos, de ellos se aprende mucho. Una vez estábamos en bar para una fecha y como no podíamos ese día nos pasaron a otra, que era el día de salsa en ese bar. Cuando llegamos, el lugar estaba lleno pero de gente que estaba esperando que empezara el guaguancó, no el rock and roll. Intentamos prenderlos pero fue imposible y, bueno, yo también me hubiera aburrido si voy a un toque de rock y me salen con vallenato, o algo así. En esos casos es como hacerle el amor a una vaca muerta: tienes que hacer lo mejor que puedas aunque no encuentres retroalimentación. El último toque fue el pasado 3 de septiembre en A SEIS MANOS en el centro, estábamos lanzado el disco. El lugar se llenó y todo salió bien: el sonido, la energía del público, todo”.
MTres.co- La historia de la grabación está llena de pequeñas historias. ¿Cómo llegaron a la guacharaca para un blues?
N.P- “El disco, llamado En el piso, lo grabamos en el estudio de mi hermano, Alejandro Pernett. Como ni él ni nosotros podíamos en semana, estuvimos seis meses grabando como podíamos cada sábado o domingo. Luego vino la mezcla y la remezcla y luego la mezcla otra vez. Es cierto que las obras de arte uno no las termina sino que las abandona, porque es muy difícil saber cuándo parar o dejar de extrañar que tengan esto o aquello. Por ejemplo, tocábamos un blues muy viejo que se llama “Rolling and Tumbling”, que tiene versiones de Muddy Waters, Cream y Bob Dylan entre muchos otros, y nosotros decidimos hacer una versión en español, con batería roquera.
“Después de grabarlo a mí me pareció que sonaba como un vallenato, porque no hay mucha distancia entre el blues y el vallenato. Así que decidimos grabarlo de nuevo con caja y gacharaca, no porque queramos ser una banda de fusión o algo así, sino porque le quedaba muy natural a la canción. Salió una versión que se llama “Rodando y cayendo” que es una nota”.
MTres.co- ¿Qué visión tienen del futuro?
N.P- “En 3, 5 o 10 años esperamos estar haciendo lo mismo: tocando para las personas que nos quieran escuchar. Eso no se compara con nada, y lo bueno es que no es como el deporte que después de los 40 ya no lo puedes hacer más, la música es para siempre. Espero que podamos seguir escribiendo canciones y que cada vez queden mejor. Cada vez que uno termina una canción la pregunta que queda es ¿cómo voy a hacer para escribir otra? Pero bueno, siempre terminan llegando nuevas canciones, ojalá no se corte el chorro, venga de donde venga”.
MTres.co- ¿Cómo ven el panorama del independiente?
N.P- “Nosotros apenas estamos empezando con esto del rock y todo lo que hemos hecho ha sido autogestionado e independiente, pero eso es muy difícil y agotador. Uno quisiera poder dedicarse solo a componer, grabar y estudiar el instrumento, pero terminas buscando toques, haciendo promoción, moviendo redes sociales, haciendo los videos y un largo etcétera. Lo bueno es que parece que hay mucho público y espacios para mover la música y que lo que hagamos depende en gran medida de nuestro trabajo. Así que supongo que cosecharemos lo que sembremos”.
MTres.co- Gracias por la entrevista Nicolás.
N.P- “Saludos a toda la gente que hace y que lee Mtes, una revista con gran factura y excelentes contenidos. Queden pendientes de Sin Remedio que, quién quita, puede llegar a convertirse en su banda favorita”.
Sigan la pista de Sin Remedio. Cuando escuchen que van a tocar aseguren una entrada porque en el lugar de los hechos sentirán la electricidad de la pista y el cuerpo no parará de moverse hasta que ellos lo decidan.
Mauricio Tamayo Tamayo