Los abuelos suelen decir que los años bisiestos son más largos, porque necesitan un día más para hacer las ‘embarradas’ que no hacen en los otros tres años.
Sabiduría popular, probablemente. Pero este 2016 es un año para olvidar.
Inició con la temprana partida de David Bowie, un cáncer se lo llevó en enero. No terminábamos de emocionarnos con el nuevo disco “Black Star” (aunque tampoco entendímos los mensajes ocultos en él), cuando a solo un par de días de su lanzamiento nos enteramos de la noticia. Sin embargo, Bowie le cantó a su propia muerte. Poesía pura.
El guitarrista y fundador de The Eagles, Glenn Frey, falleció el 18 de enero a los 67 años. Paul Kantner, de la banda Jefferson Airplane, murió el 29 de enero.
En febrero se fue Maurice White, fundador del grupo Earth, Wind & Fire. Tenía 74 años y luchaba en contra del Parkinson. En abril, el 6 exactamente, falleció Merle Haggard, una legendaria figura del country, que influyó a estrellas de la talla de Bob Dylan, Johnny Cash y Keith Richards.
En marzo falleció Keith Emerson. A los 71 años decidió terminar con su vida debido a fuerte depresión.
El 21 de abril también falleció Prince, tenía 57 años. Las causas de su muerte aún no son claras; lo último que se supo fue que había sido internado por una fuerte gripa. Un mes después, el turno fue para Nick Menza, ex baterista de Megadeth. Un paro cardíaco fulminó su vida mientras ofrecía un concierto en Los Angeles.
La muerte de Leonard Cohen fue sin una de las más duras del año. El escritor y músico canadiense falleció en noviembre, también anunció su partida con su disco “You Want It Darker”.
Y no termina el 2016 cuando otro grande se va: Greg Lake, del grupo Emerson, Lake & Palmer.
Otros músicos que engruesan esta triste lista fueron Nicholas Caldwell de The Whispers, Otis Clay, Denise Matthews “Vanity”, Gato Barbieri y Malik Taylor, del grupo A Tribe Called Quest.
A todos ellos, nuestro recuerdo y respeto.
Equipo editorial Mtres.co