Con nuevos talentos y fusiones sonoras, finalizó el primer fin de semana del Festival.
Con algo de lluvia, cómo ya es habitual, se fue llenando poco a poco el Parque Simón Bolívar, pues la jornada del 27 de agosto auguraba muchas sorpresas.
La primera de ellas fue Balthvs un trío de funk, jazz y psicodelia. Con sus sonidos atmosféricos fue llenando de buena onda la plaza central del Parque Simón Bolívar. Guitarra muy al estilo de Kingston Wall, batería funk (ya no se puede decir funky), y un bajo que se encarga de mantener la armonía y la estructura de todas las canciones. Gran banda.
Desde Pasto, Las Tres Piedras mostró sonidos industriales, shoegaze, algo de rock pesado y post rock. Una mezcla que al escribirla suena pretenciosa; no obstante, al final habla el mismo lenguaje: Rock! Sin duda una gran sorpresa en un día en donde el rock, casualmente, no fue el principal protagonista.
Con SKA, cumbia, pop electrónico y sonidos ancestrales, se presentó Rá La Culebra en el escenario Bio, un quinteto caleño que hace una interesante fusión de sonidos, en donde el rock marca la parada. Percusión, vientos y buena energía.
Frank’s White Canvas, desde Chile presentó a un dúo integrado por Karin Aguilera y Francisca Torés. Rock alternativo, pop y por qué no, garage rock. Se destaca que las dos músicas suenan en vivo como un cuarteto con bajo y teclados. Increíble el trabajo en percusión.
También fue interesante encontrarse con Elis Paprika y su banda los Black Pilgrims, por su puesta en escena y por su fusión de rock & roll con algo de punk y pop. Erika Elizabeth Nogues o Elis Paprika dijo entre llanto lo orgullosa y feliz que se sentía de estar en el Festival de Rock al Parque. Tal vez por eso se bajó de la tarima y se dirigió hacia el público. Pura buena onda.
Tremendo grupo Hello Yak, liderado por Lina Posada y con las guitarras del gran Javier Ojeda. El grupo es una fusión de blues, jazz y rock. Hicieron el cover de “The Ace Of Spades” de Motorhead. Otra gran sorpresa en una noche fría, pero que gracias a la onda de la cantante, iba tomando temperatura y preparaba a la audiencia para el cierre.
Después Francisca Valenzuela, cantante, actriz, modelo y artista chilena. Se hizo famosa en 2008 con “Muleta” y “Buen Soldado” en 2012. Si bien son sus temas más reconocidos, la artista se ha abierto camino a través de letras más poéticas y con un mensaje de inclusión. La chilena es activista y tal vez por eso cambió radicalmente el ritmo, precisamente de esos dos hits.
El escenario Bio lo cerró Ximena Sariñana, con una gran conexión con Bogotá. Contó durante su presentación cómo compuso un disco, precisamente en Bogotá, en una suerte de bootcamp para cantantes y compositoras latinoamericanas.
Con más artistas cerró el primer fin de semana del festival, con diferencias musicales importantes entre sábado y domingo, pero con un mensaje muy potente e incluyente: Igualdad, respeto y talento, dando visibilidad principalmente a las mujeres quienes históricamente han estado relegadas del rock.
La esfera tradicionalmente masculina de la música “estridente” se va abriendo y da paso a nuevas generaciones talentosas, pero sobre todo, diversas.